20/11/08
† Ivan GH †
6/11/08
† Fantasías sexuales †

Una de las fantasías sexuales de muchas mujeres es hacer el amor de
forma salvaje.
Llegar a casa...que tu marido esté preparando la cena...(bueno,
esto de por sí solo ya sería una fantasía) acercarte
al él por detrás, arrancarle el delantal y hacerlo en la
mesa de la cocina...
¿Pero os imagináis esto en la vida real?
con las piernas colgando, clavándote un tenedor en la nuca, y
desollándote el culo con el rallador del pan?..
Estas cosas nos pasan por intentar copiar lo que
vemos en las películas, por ejemplo, la típica fantasía de
mezclar sexo y comida, como en "Nueve semanas y media"
con las fresas, el melocotón en almíbar... vamos a ver:
¿qué tiene de sexy hacer macedonia encima de
tu pareja? porque el almíbar tiene una característica muy poco erótica,
a los tres minutos se seca... y se queda como el Loctite.
Claro!!! como en la película cortan.... pero a ti te toca irte a la
ducha.. con la cabeza pegada a la de tu marido,
con el culo en pompa
y caminando hacia atrás...que parecemos dos siameses...
Otra fantasía muy típica es grabarse en video,
me contó una amiga que daba mucho morbo. Así que lo probamos: es
supererótico....hasta que te ves...tu marido te pone la cinta todo emocionado, y cuando ves dos cuerpos abrazados....¡¡gordos!!, dices:
-Paco, te has equivocado de cinta, eso es un combate
de sumo.
-No cariño, somos nosotros, es que la cámara engorda.
-¿Que engorda? ¿Y la mesilla de noche porqué no
engorda?
Pero la muestra más clara de que las fantasías
nunca deberían llevarse a cabo es cuando tu marido se empeña
en hacer el amor en la bañera. Aquí la fantasía es conseguir hacerlo sin romperte nada.
Para empezar...muy, pero que muy erótico.... no es. El se mete, y se queda encajado en la bañera, con las rodillas en las orejas, y el periscopio intentando asomarse. Y va el cachondo y te dice: -¡¡Venga, metete!!
Y claro, como él ha cogido el mejor sitio, a ti
te toca poner el culo encima del tapón y que te dé el grifo en
la nuca. Y entonces empieza a moverse todo apasionado. ¡Y se monta
allí una marejada...! ¡Chaf, chaf...! Aquello parece
"La Tormenta Perfecta"...
Lo malo es que el que está en la bañera no es
George Clooney, es el capitán Pescanova.
Entonces te dice: -Vamos a probar otra postura;
ponte tú encima, en ese momento se sale el tapón y el desagüe te hace ventosa... y piensas "este ha organizado un trío sin
avisarme" Y cuando te das cuenta de que es el tapón le dices:
-¡¡Que se sale el agua, que se sale el agua!!
Y él: No te muevas, busca el tapón...
Tú, tanteando, agarras lo primero que encuentras...
-Y él grita: ¡¡Eso no es el tapónnn joderrr!!
¿no ves que hay dos?
En ese momento, ya solo se te ocurre una solución:
Cariño, ¿por qué no nos vamos a la cama?...Pero
a dormir ¿eh? ¡¡¡QUE AHORA SÍ QUE ESTOY AGOTADA!!!
† Amelie †

“Amélie”, la película y el personaje central que le da nombre, es una baldosa más en el camino hacia la felicidad. La cuarta película del inteligente, divertido y visualmente desbordante Jean-Pierre Jeunet es además de quizá la cinta francesa más popular de los últimos años todo un canto a las ganas de vivir.
La deliciosa Audrey Tatou es la protagonista, Amélie, una joven a la que de niña le tocó sufrir un mundo desconcertante en lo familiar y lo íntimo y que convertida ya en una atractiva, sensible y entrañable joven se fija como meta nada más y nada menos que lo más difícil: hacer más felices a los demás, un reto del que siempre sale airosa con una sentida sonrisa.
“Amélie” tiene forma de cuento de hadas moderno en el que todos los conflictos son superables. Y todo ello con un envoltorio inusualmente rico: las imágenes de “Amélie” no se olvidan fácilmente; se quedan a vivir para siempre en la imaginación del espectador, casi siempre demasiado acostumbrado a la violencia irracional que jalona casi todas las esquinas de la vida cotidiana.
Se dice que el director, Jeunet, empezó en 1974 a coleccionar y ordenar las historias que muestra en la película, desde las peripecias relacionadas con los pétreos enanos de jardín hasta los peces de colores con tendencias suicidas. Inolvidable, inteligente e imaginativa, “Amélie” es una película a conservar eternamente en la memoria.